Nos referimos a la capacidad de que un desconocido surja de la nada y, de repente, se convierta en alguien famoso. Internet no sólo permite eso, sino también que nadie necesite un capital de millones o una gran inversión en marketing para conseguir que sus ideas, creaciones y empresas sean el centro de atención.Hoy en día, niños de 10 años hacen miles de vídeos virales en YouTube; cualquier persona con una idea de negocio puede crear un sitio web y ponerse en marcha con poco o ningún capital; Twitter puede poner a cualquiera en el punto de mira si utiliza el sistema de forma adecuada; y mucha gente consigue buenos trabajos cuando las compañías ven lo bien que funcionan sus contenidos en Internet.Por ejemplo, Fede Álvarez, un director de Uruguay, a quien una compañía de Hollywood le ofreció 30 millones de dólares por dirigir una película para ellos después de conseguir que este cortometraje se convirtiera en viral:
Internet es la herramienta perfecta para el espíritu emprendedor y los sueños. Cualquier cosa que soñemos, podemos hacerla realidad en la World Wide Web.
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